RESTAURANTES
26 de abril de 2023
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Dos hermanos, Methe y Dambla (no sé si los habré escrito bien). Abrieron este coqueto local que puede presumir de hacer todos sus platos caseros y muchos, siguiendo las recetas tradicionales. 

JUNK FOOD o no

Este termino es conocido como “comida basura”. Pero yo, que de esa también comí un rato en mis tiempos mozos, puedo decir que este local tiene poco de comida basura. 

Descubrí su instagram cuando estábamos visitando Bodrum y buscábamos un sitio para comer. Visto lo visto por las calles de esta ciudad, decidimos hacer una búsqueda intensiva porque no parecía que nada se fuese a acoplar a nuestro exigente paladar. 

Pronto encontré este local que presumía de hacer el mejor falafel de la ciudad. Y si alguien presume y encima de falafel, yo me veo en la obligación de ir a constatarlo. 

Sabíamos que probaríamos el falafel sin duda, pero se habían quedado sin existencias para hacernos el wrap, así que pedimos el bowl de falafel. Y menudo acierto. 

No solo tenían razón en lo de que su falafel era el mejor de la ciudad, sino que yo diría que es uno de los mejores que he probado. Jugoso por dentro y crujiente por fuera. Ni pizca de aceitoso, armonía en todas sus partes. Este iba acompañado de quinoa con verduras y la típica mezcla de berenjena a la llama escabechada con pimiento, que de verdad estaba a otro nivel. 

Además, pedimos el doner de tempeh, que hacía de falsa albóndiga con salsa de alioli vegana y relleno de verduras frescas y patata especiada a la turca. Una cosa para probar sin duda. 

Pero si algo me encantó después del bowl de falafel, fueron sus wraps de falsa ensalada César. Lechuga crujiente, pollo vegano rebozado y la sorpesa que le daba un toque súpero original, quicos crujientes tipo los del Mister Corn. Junto con la salsita vegana César fueron todo un acierto. 

Su kombucha de jengibre es también una de las mejores que he probado porque siendo que se fermenta con azúcar, a penas se notaba que la bebida estaba azucarada como en otras marcas. 

Y para rematar, no podíamos dejar de pedir su postre casero, una tarta helada de snickers vegana también. 

Todos unos artistas con ganas de cambiar la forma de alimentarse en Bodrum.

De hecho, estuvimos hablando con la pareja de hermanos mientras comíamos y nos contaron que sus recetas provenían de la mujer de Methe que era originaria del sudeeste de Turquía, donde todo el mundo sigue el mismo método para hacer el falafel (habrá que visitarlo).

 

Además, nos contaron que cuando abrieron nadie entendía lo que vendían. No sabían qué significaba el concepto de veganismo y pensaban que vendían vitaminas y zumos saludables. 

 

Hoy, nos contaban, incluso el dueño de la carnicería de enfrente se pasa de vez en cuando a comer porque desde que ha descubierto este estilo de comida le encanta. 

 

Y es que nunca sabemos dónde se hallará el cambio o en sobre quiénes podremos influir.

 

Por eso nació en parte este blog sobre restaurantes vegetarianos o que incluyen opciones en sus cartas, porque quién sabe, quizás al leer estas líneas o ver alguna de estas fotos te animes a probar este tipo de platos y aunque sea por un solo día, habrás contribuido a frenar la crueldad animal. Así que gracias por leer.

Y bueno, espero que hasta aquí toda esta información os sirva de ayuda y si por supuesto, tenéis alguna sugerencia en la línea no dejéis de compartir, pues ¿hay algo más bonito que descubrir nuevos lugares?

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