"LA MEDITACIÓN NO SE BUSCA, SURGE DE MANERA NATURAL"
REFLEXIONES
27 DE SEPTIEMBRE DE 2022
Es difícil, pero no imposible, definir qué es la meditación de manera sencilla.
Por eso os voy a contar lo que yo creo, que va unido a lo que aprendí, para que podáis sacar después vuestras propias conclusiones.
Para empezar, etimológicamente “meditar” proviene del latín, que significa “reflexionar”, “pensar en algo”, “estudiar”.
Pero en Oriente el concepto es distinto. Allí sería más como una experiencia de unidad o totalidad.
Mientras que la mente racional y el pensamiento analítico nos hacen separar o dividir para obtener cierta comprensión sobre las cosas, la meditación consiste en unir.

No es un fenómeno misterioso o extraño, es la unificación de todos los grados de conciencia, que visto así también suena extraño. Pero todos hemos experimentado el estado meditativo de forma espontánea u ocasional en algunos momentos a lo largo de nuestras vidas. A veces, contemplando un paisaje, otras escuchando música o en el momento más inesperado como puede ser fregando los platos.
Estos momentos se desvanecen con la misma facilidad que aparecen, sin esfuerzo, pero siempre dejan un aroma, una resonancia interna, un “qué gustito”…
Ahora con esto, generalmente cuando alguien nos dice que va a meditar en realidad no va a meditar. Pues la verdadera meditación sucede de manera natural cuando se dan las condiciones necesarias. No se puede forzar el estado meditativo, así como no se puede forzar el sueño.

Entonces, cuando muchos manifestamos que meditamos, lo que realmente estamos haciendo es poner en práctica las técnicas de:
Pratyahara: interiorización, control de los sentidos.
Dharana: Atención, concentración.
Mediante estas prácticas, se prepara la situación idónea para que la meditación suceda.
Ahora bien, antes de abordar estas técnicas es fundamental haber purificado la mente y eliminado las impresiones mentales negativas.
¿Cómo? Observando la dinámica de la mente sin interferir, manteniéndonos como testigos o espectadores desidentificados. Esto qué quiere decir, si lo pensamos, en realidad “la mente” como entidad no existe, solo existen una sucesión de pensamientos que surgen como burbujas salidas de ninguna parte.
Estos pensamientos pueden aparecer o desaparecer casi de inmediato mientras que otros pueden reclamar nuestra atención casi de manera paranoica, ahí todo el día metidos…



Y ahora, puesto que el sentimiento sigue al pensamiento, este puede hacernos sentir cualquier cosa. El más claro ejemplo es que si ahora mismo todos pensamos en una situación desagradable que haya ocurrido en nuestras vidas, casi de inmediato podremos sentir lo mismo que ya sentimos en su momento. Incluso si han pasado años.
Lo que quiero decir es que nuestros pensamientos nos manipulan como a títeres. Y lo peor de esto es que no solo nos afecta a nosotros, afecta a nuestras acciones y reacciones hacia los demás. Aquí la cosa se va poniendo seria.
Por tanto, es fundamental que entendamos que nosotros NO somos nuestros pensamientos, entonces cuando nos sentemos a meditar y observemos cómo aparecen, trataremos de desindentificarnos de ellos. Puedes repetirte las veces que quieras “yo no soy mis pensamientos”, pero debes creértelo, pues romper esa identificación es tremendamente liberador.
Entonces, cuando medites y seas consciente de lo que está pasando, verás que los problemas pueden perdurar pero podrás manejarlos de manera más eficaz pues los verás con claridad, más que a través de esa bruma de sentimientos que suele reunirse en torno a ellos.
La meditación nos permite ver una realidad más clara, pudiendo responder a ello de forma más apropiada sin ser perturbados por nuestras mentes, por lo que podría o no suceder, o sobre lo que pasó la última vez. Pues nuestras mentes no suelen estar en el aquí y en el ahora, sino ancladas al pasado o viajando al futuro.
En resumen, meditar no es como muchos creen, escapar, desconectar, olvidarse del mundo y de una misma…es lo contrario, es ir hacia dentro, estar atentas, despiertas, tener una visión más clara de lo que somos y de las cosas que dan sentido a nuestra vida.
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