VIAJES
7 DE OCTUBRE DE 2022
LA CARA "V" DE FORMENTERA

SEGURAMENTE HABRÁS OÍDO A MÁS DE UNA PERSONA HABLAR DE FORMENTERA. TODO EL MUNDO MENCIONA SU CLIMA, SUS AGUAS CRISTALINAS Y EL ENCANTO QUE TIENE LA ISLA.
Y sí, todo eso es cierto pero, poco se habla de las largas colas para acceder a sus playas, los atascos al aparcar o los pedacitos de arena a rebosar de gente. Claro, es que hablamos de una isla con una superficie de 83,24 km2 y 19 km de largo. Así que, al ser tan especial está muy bien protegida y todo el mundo tiene que pasar por los mismos caminos.
Es por esto que, la mejor época para visitarla, si lo que vas buscando es más calma, serían mayo y septiembre o incluso la primera quincena de octubre. Ya sabemos que dependiendo del clima que tengamos cada año podremos disfrutar de destinos de playa antes o alargar temporada hasta más tarde.
Cositas a tener en cuenta
Lo primero es que la persona que te va a recomendar estos lugares, osea yo, he pasado por todo tipo de turismo en función de mi edad y posibilidades económicas, pero siempre tiendo al disfrute de los sentidos. Esto quiere decir que me gustan las cosas bien montadas, los detallitos y las experiencias culinarias.
Ejemplo: Si voy a la playa a ver atardecer me apartaré del gentío, compraré probablemente el mismo queso (local) que te ofrezcan en un restaurante, o un buen vino antes que ir a morir a cualquier supermercado de guiris y comprar queso que sabe a plástico. Así, ya te haces una idea aproximada de lo que te voy a aconsejar, claro que luego ya depende de cada uno el cómo se lo quiera montar.




Segundo, y entrando en materia, los maravillosos atardeceres playeros están en el lado de Ses Illetes pasando por Es Cavall d’en borrás. Dependiendo de lo que quieras hacer esto se debe de tener en cuenta a la hora de gestionarte el tiempo y dónde quieras “plantar el huevo”. Si lo tuyo es montártelo a tu aire, te recomiendo que te prepares un buen pareo de suelo y llenes una neverita con lo que más te apetezca, yo suelo optar por fruta, quesos y crackers, si lo hacemos, lo hacemos bien XD.
Si por el contrario, te gusta ponerte tus mejores galas y salir a tomar algo, el Hotel Cala Saona & Spa tiene una increíble terraza con sofás y hasta una coctelería. Música, puesta de sol y el confort del que te he hablado anteriormente. Una vez cubierto el tema del atardecer, pasemos a comer.
Los restaurantes de los que te voy a hablar tienen todos ofertas vegetarianas, lo que no quiere decir que sus menús lo sean al 100%, aún así se agradece ver cada vez más el aumento de la presencia de platos para rumiantes.
Si te gusta desayunar o “brunchear” e irte a la playa después, con nada más que un buen libro, este es el plan: Desde las 8:30h y hasta las 16:30h (cuidado que los martes cierran) Blat Picat ofrece los mejores desayunos de la isla. Smoothies de todo tipo (quizás yo les pondría menos hielo para que no se aguacharan al final), tostadas enormes y saciantes, tes de todo tipo, bols de yogur, de avena, de açaí…Vamos, una variedad bien colorida y gustosa que te hace volver. Está muy bien la idea porque así ya te vas con la faena hecha a la playa y sin nada que cargar.







Si por el contrario, desayunas pronto y quieres que hablemos de algún restaurante de playa o cerca donde comer, para mí el que se lleva la palma es Es molí de Sal. Allí tengo que reconocer como buena valenciana, que me he comido la mejor paella de verduras de mi vida.
Ojo que ya he ido varios años y también he probado sus opciones con animalitos (de cuando los comía) y para mi gusto, esta es la mejor que tienen en carta. El único entrante para personas vegetarianas que verás es la burrata, que está bien buena.
El resto ya todo pescadito, tartars, carpaccios (aún me acuerdo del de langostinos), entre otros. El trato es súper cercano, Antonio y todo el equipo de Es molí son un amor y además te atienden y sirven bien rápido.
En la sala se respira el ambiente de bullicio de los bares de antes, de cuando yo era pequeña, pero con un toque un poco más sofisticado pues todo hay que decirlo, gozan de las mejores vistas para comer.
Pero si por algo son famosos aquí, es por su helado casero de vainilla. Cada año, como quien peregrina, esta es visita obligada aunque solo sea para degustar este fantástico postre. El restaurante cuenta con una terraza en la que hay mesas bajas y sofás, ponte cómoda, suéltate lo que te venga apretando el bajo vientre y a disfrutar.




En segundo lugar y porque la paella de Es molí es brutal, situaría a Es Codol Foradat, en la playa de Migjorn, aunque por carta y opciones vegetarianas le sacan ventaja al primero. Sus croquetas de boletus son un espectáculo y el carpaccio de berenjena y calabacín hay que pedirlo. Su paella de verduras está también muy buena y de hecho es un lugar al que volver, especialmente también por su super cookie de nutella de postre.
Seguro que has visto esta foto más de una vez rondando las redes. El sitio tiene una decoración más boho, más fresco, más de lo que la isla pide y también está en primera línea de playa.







Si hablamos de pasear por los diferentes pueblecitos que hay en la isla, mi favorito es Sant Francesc. Sus calles, sus tiendas, ese ambiente de calma al caer la tarde y los rumores de la gente hablando en la plaza del pueblo junto con las luces de las terrazas de los restaurantes…a mí me cautivó desde el minuto uno. Y justo allí para cenar hay dos de los sitios que más me gustan.
Can Pepito es un lugar de esos mágicos con un encanto especial. Raquel, valenciana y dueña junto a su marido, Nico que además es francés, son el alma mater. Vengo a nombrar la nacionalidad porque este hombre hace los mejores creppes que yo me he comido. Auténtica receta francesa, hechos con trigo sarraceno (y mira que yo no era muy fan) con las combinaciones más originales y deliciosas que probarás. Su ratatouille frío es muy sabroso y gustoso en una noche de verano. Y la calidad de sus crudités con los diferentes tipos de hummus que salen, hacen que valores la calidad del productazo que tienen.
Hasta el postre, que no hacen ellos, han sabido elegir bien, hablo de sus mochis que son una locura. Y bueno, el ambiente entre árboles, con las bombillitas decorando la terraza y su perro Aldo paseándose por las mesas hacen que te sientas en casa y quieras volver.
Si quieres subir un poco el nivel, económico, vamos a decirlo así, Can Carlos es una maravilla. Nada más entrar parece que te teletransportes a Italia, por la nacionalidad de sus gentes y por la decoración de su gran terraza, donde también celebran eventos. “Allora”, su gazpacho que más bien tira a salmorejo por la densidad, es…una obra de arte decorada con pétalos de diminutas flores y servido en mesa. Aquí también encontrarás carpaccio de berenjena o calabacín increíblemente bueno. Y el plato estrella con el que me quedé alucinada fueron los raviolis rellenos de pera y queso pecorino, en serio, otra historia. Con el postre me llevé un poco de desilusión pues decían que eran unos canutillos de Nutella pero el chocolate más bien parecía de esos baratillos de un lingotín de imitación, una lástima porque la textura crujiente de los cilindros era perfecta.
Pero, si hay un restaurante que sobresale es el Quimera, en La Savina. Su chef Ana Jimenez ya trabajó para el único restaurante que contó con estrella michelín en la isla, el nombrado Can Dani. Ella y su equipo han sido los únicos hasta la fecha en obtener el galardón y eso se nota cuando pruebas sus platos. Recetas tradicionales reinventadas y huerto propio y es la insignia del local.
Su pan de cristal, cebolla confitada, pesto de anacardo y queso de cabra (sin sardina ahumada), es sencillamente perfecto. Como ellos pretenden, te teletransportan al pasado, al típico horno de pueblo donde se hacían las cosas a fuego lento.
Tengo que felicitar a Quimera por integrar en su carta opciones vegetarianas de este nivel e incluso adaptar platos del menú para que pudiéramos maravillarnos con la cena. Todo fue un 10.
El resto ya lo dejo a la imaginación a través de estas imágenes.




Para descansar y alejarte del ruido, Paraíso de los pinos en Es Migjorn, en el sur de la isla es una magnifica opción. Además, si reservas con ellos directamente te pueden hacer mejor precio que a través de otras plataformas, esto siempre hay que comprobarlo pues merece mucho la pena.
Este es un complejo de apartamentos que además de estar completamente equipados con cocina, productos de baño, etc, están recién reformados. Los espacios son muy acogedores y se integran completamente con la naturaleza. Limpieza, tranquilidad, una piscina rodeada de pinos y un restaurante que cuenta hasta con puesto de smoothies hacen de este sitio uno de mis favoritos para alojarme. Recomendadísimo.



Y bueno, espero que hasta aquí toda esta información te sirva de ayuda y si por supuesto, tenéis alguna sugerencia en la línea no dejéis de compartir, pues ¿hay algo más bonito que descubrir nuevos lugares
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